De la mano de nuestra imaginación, viajemos al pasado remoto...
Es el siglo III d.C. (año 268) … lugar…la capital del Imperio Romano; estamos dentro del palacio imperial y ahí vemos al propio emperador Claudio II (apodado el Gótico) … Es el atardecer, hace calor… en la gran estancia, el emperador está acompañado de dos de sus generales más cercanos y discute con ellos sus planes para ampliar y unificar al imperio.
Sabemos que el emperador es un excelente y rudo soldado, y además fanático por la grandeza de Roma. Sus ambiciones obvias son ampliar y consolidar el imperio, y para ello, requiere de muchos recursos económicos y de un ejército poderoso, integrado preferentemente por hombres jóvenes y valientes, de preferencia solteros, pues entre menos ataduras y vínculos sentimentales tengan, serán mejores soldados, más temerarios y con sed de triunfo, sin meditar en las posibles consecuencias de su arrojo.
Pero… ¿qué hacer para lograr tal ejército?... se pregunta el emperador…
Los generales que le acompañan tienen algunas ideas, pero son temerosos de manifestarlas porque conocen al emperador y saben de su carácter explosivo cuando alguna idea no es de su complacencia. Sin embargo, uno de ellos, el general Atilius, se atreve a proponerle:
“SEÑOR, PROHIBA LA CELEBRACIÓN DE MATRIMONIOS PARA LOS JÓVENES… ASÍ TODOS PERMANECERÁN SOLTEROS Y CUANDO LOS RECLUTE, SERÁN LOS MEJORES SOLDADOS, PUES AL NO TENER LAZOS AMOROSOS, NO TENDRÁN TEMOR DE ENFRENTAR LA MUERTE EN LAS BATALLAS”.
Claudio II, sorprendido por la “original idea”, decide en consecuencia dictar un decreto por el cual se prohíbe la celebración de matrimonios para los jóvenes a partir de ese año 268 d.C. y hasta nueva determinación.
Sin mucha dificultad, podemos imaginar que a los pocos días de haberse dictado el decreto (cuyo incumplimiento podría acarrear graves sanciones, incluyendo cárcel y hasta la muerte), provocó enorme inconformidad de cientos de jóvenes que deseaban celebrar su unión matrimonial con base al rito cristiano.
Muchas lágrimas brotaron de un sinnúmero de mujeres, y la rabia se apoderó de jóvenes que sentían injusto tal decreto, y como era de esperarse, muchos se ingeniaron para en secreto, contraer matrimonio aún en contra de la orden del emperador y corriendo los graves riesgos inherentes.
Es así donde surge la presencia de un hombre religioso: VALENTÍN, quien, contraviniendo las órdenes del emperador, se atrevió a celebrar en secreto muchos matrimonios de parejas que deseaban unir sus destinos, pues estaban enamorados.
Cuando el emperador tuvo noticia de tal osadía, ordenó apresar a Valentín. Al poco tiempo fue apresado, juzgado y sentenciado a muerte. Fue decapitado precisamente un día 14 de febrero del año 270 de nuestra era.
Años después y ya muerto el emperador Claudio II, siendo la religión cristiana la religión oficial en Roma, fue el Papa Gelasio I, quien oficializó la conmemoración del día de San Valentín, precisamente en la fecha que fue ejecutado (14 de febrero), pues “defendió el amor”, aún en contra de un poderoso emperador.
Se tiene registro histórico de que el primer día de San Valentín, fue celebrado el 14 de febrero del año 494 d.C.
Por ello, el 14 de febrero se convierte así, en el día de los enamorados, y en el día en que se celebra también la amistad. Este día se celebra ahora en todo el mundo de diferentes formas, dependiendo de las costumbres de cada país.
Por ejemplo, en Estonia y en Finlandia, el día de San Valentín se convierte en un verdadero homenaje a la amistad, y también se convierte en una “fecha preferida” para pedir matrimonio y casarse.
En algunos otros países, como Noruega y Dinamarca, se tiene la tradición de regalar “pequeños poemas” con versos divertidos que los hombres envían a las mujeres de forma anónima, para ver si esta última adivina quién es su pretendiente.
En los Estados Unidos y en la mayoría de los países de América Latina, se celebra el 14 de febrero con el envío de tarjetas, flores, chocolates, entre otros.
Se afirma que, en los Estados Unidos, Esther A. Howland, oriunda de Massachusetts, fue la precursora de la venta de tarjetas con dibujos románticos y bellas frases, que ideó a mediados del año 1840.
Por ello, podemos afirmar que cada día de San Valentín, en el mes de febrero ¡el amor flota en el aire!
Al recordar la citada celebración, pareciera que damos por sentado que el amor y la amistad se comparte entre los seres humanos, pero una pregunta coherente sería: ¿Ese amor, esa amistad, solo es entre seres humanos?
¿Qué sucede con otros tipos de amor y de amistad?
¿Sería apropiado hablar de amor y amistad… hacia otras especies?
¿Sería adecuado incluir en el día del amor y la amistad inclusive a toda la naturaleza?
¿No sería más apropiado para todos nosotros que vivimos en el año 2021, dejar a un lado definitivamente el Antropocentrismo (corriente de pensamiento que sitúa al ser humano como medida y centro de todas las cosas y en donde sus “intereses” deben recibir toda la preeminencia)?
¿No deberíamos de AMPLIAR NUESTRA CAPACIDAD DE AMAR, nuestra amistad a todos los entes que encontramos en la NATURALEZA?
¿No sería más benéfico para nosotros y las próximas generaciones dar el paso definitivo hacia el Ecocentrismo (sistema de valores donde se niega que existan “divisiones existenciales” entre la NATURALEZA HUMANA y la NO HUMANA, que justifique que los “seres humanos” sean los únicos que tienen un valor intrínseco “mayor” que aquellos otros que pertenecen a la naturaleza NO HUMANA), sosteniendo por ello una IGUALDAD DE VALOR INTRÍNSECO, para ambas clases de naturalezas?
Lo que en otras palabras significa, un respeto, un amor…una amistad... hacia todo lo que integra la NATURALEZA como ser abstracto total; incluyendo seres vivos, océanos, rocas y atmósfera, misma que funciona como un organismo que modifica activamente su composición interna para asegurar su supervivencia.
Luego entonces… no sería más congruente (en este año 2021), donde aún enfrentamos a una terrible pandemia de Covid 19, iniciar un nuevo día de San Valentín, convirtiéndolo en el día del AMOR y la AMISTAD para TODOS… (seres humanos, animales, plantas, océanos, atmósfera, etc.) ¡AMOR A TODA LA NATURALEZA! Y con gran esperanza y mucho amor… nos enviemos tarjetas alusivas, flores, unos pequeños versos, algunas golosinas y sobre todo, buenos deseos, y posteriormente muchas reales acciones, para lograr que pronto, unidos, TODOS, logremos que CADA DÍA DE NUESTRA EXISTENCIA, se convierta en un día de amor y de amistad…